Cómo conservar tus croquetas en el congelador

Las croquetas son uno de esos pequeños placeres que nunca fallan: crujientes por fuera, cremosas por dentro y con ese sabor casero que nos transporta a casa de la abuela. Pero si alguna vez te ha pasado que tus croquetas han perdido textura o se han pegado entre sí dentro del congelador, este artículo es para ti.

Desde Croquetas Ricas, te contamos cómo conservarlas de la mejor forma posible para que lleguen al momento de freírlas tan deliciosas como el primer día.

1️⃣ Mantén siempre la cadena de frío

Puede parecer obvio, pero es el paso más importante: cuando recibas tu pedido de Croquetas Ricas, guárdalas directamente en el congelador.

No las dejes sobre la encimera ni las metas en el frigorífico, aunque sea solo “un momento”. En cuanto la croqueta empieza a descongelarse parcialmente, su rebozado puede absorber humedad y perder firmeza.

Lo ideal es mantenerlas siempre a -18 ºC o menos. Si tu congelador tiene función de “congelación rápida”, úsala al guardarlas por primera vez: ayuda a fijar la textura y evita que se formen cristales de hielo en la superficie.

Recuerda que si te gustan las croquetas, puedes pedir croquetas a domicilio aquí:

2️⃣ Usa bolsas o recipientes herméticos

Una vez abierta la bolsa original, guarda las croquetas que no vayas a consumir en un recipiente bien cerrado o en una bolsa de congelación con cierre hermético.

Así evitarás que tomen olores de otros alimentos o que se resequen por efecto del aire frío.

Si te gusta ser organizado, puedes incluso separarlas por sabores o por raciones (por ejemplo, 6 o 12 unidades por bolsa). Esto te permitirá sacar solo lo que necesites sin comprometer el resto del producto.

Un truco de nuestro obrador: si tienes espacio, coloca las croquetas sobre una bandeja con papel de horno en una sola capa y congélalas durante una hora. Luego pásalas a la bolsa o recipiente. De este modo no se pegarán entre sí y conservarán mejor su forma.

El truco del obrador: fríelas a 180 ºC, con abundante aceite y pocas unidades cada vez (no deben estar pegadas unas con otras).

Si usas freidora, controla la temperatura; si prefieres sartén, asegúrate de que el aceite cubre al menos la mitad de la croqueta. En ambos casos, dales un reposo de 1–2 minutos sobre papel absorbente o rejilla antes de servirlas.

3️⃣Vigila la vida útil

Las Croquetas Ricas se conservan perfectamente durante hasta 24 meses (excepto las croquetas de queso azul, que son 12 meses) desde la fecha de elaboración, siempre que permanezcan congeladas a -18 ºC.

Pasado ese tiempo, aunque sigan siendo seguras, pueden perder parte de su cremosidad o sabor original.

Te recomendamos anotar la fecha de recepción o pegar una pequeña etiqueta en la bolsa si las has traspasado a otro envase.

Y si notas que se ha formado escarcha o que el rebozado está más blanquecino, no pasa nada: es simplemente una señal de exposición al aire, pero el sabor sigue siendo excelente si se han mantenido bien congeladas.

4️⃣Evita cambios bruscos de temperatura

Los cambios de temperatura son el enemigo silencioso de cualquier producto congelado.

Evita abrir y cerrar el congelador con frecuencia o dejarlo entreabierto, especialmente en días calurosos.

Un pequeño aumento de temperatura puede provocar que parte del producto se descongele y vuelva a congelarse, generando microcristales que alteran la textura.

Si haces acopio para fiestas o reuniones, procura no sobrecargar el congelador. Deja espacio entre las bolsas para que el aire circule correctamente y se mantenga una temperatura uniforme.

5️⃣Conserva el sabor del obrador

En Croquetas Ricas, cada croqueta se elabora en nuestro obrador con bechamel reposada y rebozado fino, pensado precisamente para resistir la congelación sin perder calidad.

Por eso, si sigues estos consejos, podrás disfrutar en casa del mismo sabor y textura que cuando salen de nuestras manos.

Y si alguna vez te apetece probar algo diferente, recuerda que tenemos sabores clásicos como jamón ibérico o boletus, y recetas más atrevidas como puerro confitado, dátil y zanahoria.

Todas se conservan igual de bien en el congelador siguiendo las pautas anteriores.