En Croquetas Ricas sabemos que una buena croqueta empieza siempre por una excelente materia prima. Y si hablamos de nuestras croquetas de jamón ibérico, no hay duda de que el ingrediente estrella es el jamón.
Pero ¿cómo elegir el jamón ibérico ideal para preparar croquetas caseras?
¿Es mejor usar taquitos ya cortados o trocear lonchas a cuchillo?
Hoy te contamos todo lo que necesitas saber para que tus croquetas de jamón brillen con luz propia ya que gustan a muchísima gente.
Primero, conviene aclarar que jamón ibérico es un término amplio que abarca distintos tipos de jamones, con calidades muy variadas.
Podemos encontrar jamón ibérico de cebo, de cebo de campo o de bellota. Cada uno tiene un perfil de sabor, textura y aroma diferente:
Jamón ibérico de cebo: procede de cerdos ibéricos alimentados con pienso en granjas. Su sabor es suave y equilibrado.
Jamón ibérico de cebo de campo: los cerdos se crían en semilibertad y complementan su dieta con pastos naturales. El resultado es un sabor más complejo.
Jamón ibérico de bellota: el rey de los jamones. Procede de cerdos ibéricos que se alimentan de bellotas en la dehesa. Su grasa infiltrada, su textura untuosa y su aroma lo convierten en un manjar único.
Para hacer croquetas, no necesitas utilizar un jamón ibérico de bellota de altísima gama —como el que se sirve en finas lonchas en una tabla de degustación—, pero sí es importante optar por un jamón que conserve buen sabor, jugosidad y equilibrio entre grasa y carne.
Una buena opción para cocinar croquetas es aprovechar restos de jamón ibérico de calidad media-alta, que ya no se vayan a servir en lonchas. Algunas ideas:
Recortes del jamón: la parte que ya no se puede lonchear fácilmente, pero sigue siendo sabrosa.
Trocitos de zonas próximas al hueso: suelen tener mucho sabor, aunque a veces hay que limpiarlos bien de nervios o ternillas.
Lonchas que se han secado un poco: pierden presentación, pero conservan todo el aroma.
Es importante evitar jamones demasiado secos o salados. Un exceso de sal estropearía el equilibrio de la bechamel y del conjunto de la croqueta.
Una de las dudas más comunes es si conviene usar taquitos de jamón ibérico ya cortados, que se venden envasados al vacío, o si es mejor cortar el jamón a mano en trocitos pequeños.
Los taquitos que se comercializan ya listos para cocinar tienen la ventaja de la comodidad y rapidez. Suelen proceder de recortes del deshuesado industrial del jamón, por lo que su textura puede ser un poco irregular.
Además, al estar envasados al vacío, pueden perder algo de aroma y, en ocasiones, tener un punto de sal más intenso. No todos los taquitos son iguales: algunos conservan bastante bien el sabor, mientras que otros resultan algo planos.
Si optas por esta opción, asegúrate de:
Escoger taquitos de jamón ibérico (y no serrano).
Verificar que tengan contenido graso equilibrado, ni excesivamente secos ni con mucha grasa.
Probarlos antes de usarlos: si están demasiado salados, puedes hervirlos brevemente para suavizar el exceso de sal.
Si tienes a mano un buen jamón ibérico, lo ideal es cortar tú mismo las lonchas y picarlas en trocitos pequeños. Así puedes controlar:
El tamaño del trozo: debe ser lo bastante pequeño para integrarse bien en la bechamel, pero lo bastante grande para que se note al morder.
El equilibrio entre carne y grasa: puedes seleccionar zonas con la proporción ideal.
El punto de curación y aroma: eliges qué parte del jamón utilizar según el resultado que quieras lograr.
En Croquetas Ricas, siempre optamos por trocear jamón ibérico a cuchillo en nuestro obrador. Es la forma de garantizar que cada bocado tenga ese sabor auténtico y potente que buscamos en nuestras croquetas de jamón.
Recuerda que si te gustan las croquetas, puedes pedir croquetas a domicilio aquí:
Para que tus croquetas de jamón ibérico tengan un sabor redondo, te damos algunos trucos adicionales:
Saltea ligeramente los trozos de jamón en mantequilla o aceite antes de incorporarlos a la bechamel. Ayuda a potenciar su aroma.
No añadas sal a la bechamel hasta haber probado el conjunto con el jamón incorporado.
Si quieres un sabor más profundo, puedes usar también un poco de caldo hecho con el hueso del jamón.
En resumen, para hacer unas croquetas de jamón ibérico realmente deliciosas:
Elige un jamón ibérico sabroso pero no excesivamente curado ni salado.
Siempre que puedas, pica tú mismo las lonchas a cuchillo. Ganarás en textura, sabor y control del resultado.
Evita abusar de los taquitos industriales, a menos que sean de buena calidad y conserven bien su aroma.
En Croquetas Ricas cuidamos cada detalle para que nuestras croquetas de jamón ibérico conserven ese sabor auténtico que esperas. Y si prefieres disfrutarlas sin complicaciones, ya sabes: solo tienes que calentarlas… y dejarte llevar.